miércoles, 23 de julio de 2025

¿Estoy obligado a presentar impuestos si no he facturado en el trimestre?

 Muchos autónomos, especialmente quienes están empezando o atraviesan periodos de baja actividad, se hacen esta pregunta: ¿tengo que presentar impuestos aunque no haya tenido ingresos?

La respuesta corta es , pero con matices.

Y para que lo entiendas, te queremos explicar de forma clara y sencilla qué ocurre si eres autónomo y no has facturado en el trimestre, por qué debes seguir presentando declaraciones y cómo hacerlo correctamente para evitar sanciones.

¿Qué pasa si soy autónomo y no facturo nada?

Ser autónomo implica estar dado de alta tanto en Hacienda como en la Seguridad Social.

Una vez que has formalizado esa alta, adquieres una serie de obligaciones fiscales que debes cumplir, independientemente de si has tenido ingresos o no.

Por tanto, si durante un trimestre no emites ni una sola factura, sigues estando obligado a presentar tus declaraciones trimestrales.

Porque el hecho de no facturar no te exime automáticamente de tus responsabilidades fiscales.

Esto es bastante importante, porque muchas personas creen erróneamente que solo deben declarar cuando han tenido ingresos, y eso puede generar problemas con Hacienda.

¿Por qué tengo que presentar los modelos aunque no haya facturado?

La Agencia Tributaria necesita saber cuál ha sido tu actividad, o falta de ella, durante el trimestre.

Por eso, aunque no hayas tenido ingresos ni gastos, debes comunicarlo presentando los modelos correspondientes en "cero".

Y es que no presentar estos modelos dentro del plazo supone una infracción tributaria.

Hacienda no da por hecho que no has facturado; simplemente considera que no has presentado tus declaraciones y, por tanto, puede sancionarte.

Las consecuencias pueden ser:

  • Multas por presentación fuera de plazo.

  • Requerimientos formales por parte de la Agencia Tributaria.

  • Pérdida de beneficios fiscales o posibilidad de emitir certificados de estar al corriente.

Así que, aunque no hayas trabajado ni emitido facturas, es importante presentar los modelos en plazo y forma.

¿Cuáles son los modelos que tengo que presentar?

Como autónomo, tus obligaciones fiscales se resumen en una serie de modelos que debes presentar trimestral y anualmente.

En el caso de los trimestres sin actividad, debes seguir presentando los mismos modelos, aunque sean a cero.

Los principales son los siguientes:

Trimestrales:

  • Modelo 303: Declaración trimestral del IVA. Obligatorio si estás dado de alta en este impuesto, aunque no hayas emitido facturas ni tengas deducciones.

  • Modelo 130: Pago fraccionado del IRPF (para estimación directa). Si estás en módulos, será el modelo 131.

  • Modelo 111: Retenciones de IRPF practicadas a trabajadores o profesionales, si procede.

  • Modelo 115: Retenciones sobre alquileres de locales, si aplica.

Anuales:

  • Modelo 390: Resumen anual del IVA.

  • Modelo 100: Declaración anual de la Renta.

  • Modelos informativos (180, 190, etc.): solo si has presentado retenciones durante el año.

Si en tu caso solo estás obligado a presentar el 303 y el 130, por ejemplo, deberás seguir presentándolos trimestralmente aunque no tengas movimientos.

¿Cómo tengo que rellenar los modelos si no he facturado nada?

La buena noticia es que, si no has facturado ni soportado gastos deducibles, rellenar los modelos es sencillo.

Solo tendrás que poner ceros en las casillas correspondientes y presentarlos dentro del plazo.

Ejemplo práctico con el modelo 303 (IVA)

  • En las casillas de ingresos (base imponible y cuota), pondrás "0,00".

  • En las casillas de gastos deducibles (IVA soportado), también pondrás "0,00".

  • Resultado final: "0,00".

El modelo queda como una declaración sin actividad, que igualmente debes enviar telemáticamente a través de la sede electrónica de la Agencia Tributaria.

Ejemplo con el modelo 130 (IRPF)

  • En las casillas de ingresos: "0,00".

  • En gastos deducibles: "0,00".

  • Resultado final: no hay pago a realizar, pero el modelo se presenta igualmente.

Recuerda que es fundamental guardar el justificante de presentación por si Hacienda lo solicita en el futuro.

En definitiva, sí estás obligado a presentar impuestos aunque no hayas facturado durante el trimestre.

Porque presentar tus modelos a cero es una forma de informar a Hacienda que no has tenido actividad, pero sigues cumpliendo con tus obligaciones fiscales.

Y no olvides que ignorar esta responsabilidad puede salirte muy caro.

Mantener tus declaraciones al día, incluso sin ingresos, es una muestra de responsabilidad y profesionalidad como autónomo.

Además, te permitirá evitar sanciones y llevar tu actividad con tranquilidad.

martes, 22 de julio de 2025

Qué es y cómo funciona la doble imposición

 En el ámbito fiscal, uno de los conceptos que más dudas genera entre autónomos y pymes es el de la doble imposición.

Por este motivo, te queremos explicar de forma sencilla qué significa y cómo afecta tanto a empresas como a personas físicas, especialmente cuando se reparten dividendos.

¿Qué es la doble imposición en fiscalidad?

La doble imposición ocurre cuando un mismo ingreso o beneficio económico tributa dos veces.

Esto puede suceder en diferentes niveles (por ejemplo, una empresa y su socio) o en distintos países.

En el contexto español, es común verla cuando una sociedad reparte dividendos a sus socios.

Primero, la empresa paga el Impuesto de Sociedades por los beneficios generados.

Luego, si esos beneficios se reparten como dividendos, el socio que los recibe también debe tributar por ellos en su declaración personal de IRPF (si es una persona física) o en el impuesto de sociedades (si es otra empresa).

Tipos de doble imposición

Podemos distinguir dos tipos principales:

  • Doble imposición interna: cuando un mismo ingreso tributa dos veces dentro del mismo país, como en el caso de una sociedad y su socio en España.

  • Doble imposición internacional: cuando dos países distintos gravan el mismo ingreso, por ejemplo, si una sociedad extranjera recibe dividendos de una empresa española.

Cómo funciona la doble imposición para las sociedades

Cuando una empresa (por ejemplo, una Sociedad Limitada o SL) invierte en otra y recibe dividendos, esos beneficios ya han sido gravados en la empresa emisora.

No obstante, la SL receptora debe declarar esos ingresos.

Para evitar que esos dividendos vuelvan a tributar íntegramente, la ley española establece una exención del 95 % en el Impuesto de Sociedades, siempre que se cumplan estas condiciones:

  • Tener al menos un 5 % de participación en la empresa que reparte los dividendos.

  • Mantener esa participación durante mínimo un año.

  • Que la empresa pagadora esté domiciliada en España o en un país con convenio de doble imposición.

Esto significa que solo el 5 % del dividendo recibido tributa, al tipo general del 25 %, lo que resulta en una tributación efectiva del 1,25 %.

Por ejemplo, si tu SL recibe 10.000 euros en dividendos, solo declarará 500 euros (el 5 %), por lo que pagará 125 euros en impuestos.

¿Y si los dividendos los cobra un particular?

Cuando quien recibe los dividendos es una persona física, como un autónomo que tiene una SL unipersonal, la situación cambia.

En este caso, no hay exenciones: los dividendos tributan como rendimientos del capital mobiliario en el IRPF.

Los tipos impositivos aplicables dependen de la cantidad recibida:

  • Hasta 6.000 euros: 19 %

  • De 6.000 a 50.000 euros: 21 %

  • De 50.000 a 200.000 euros: 23 %

  • De 200.000 a 300.000 euros: 27 %

  • Más de 300.000 euros: 28 %

Además, cuando se reparten los dividendos, la empresa que los paga retiene automáticamente un 19 % a cuenta del IRPF.

Por tanto, a diferencia de las sociedades, los particulares no pueden aplicar ninguna exención, lo que hace que la carga fiscal sea más alta.

¿Qué pasa con la doble imposición internacional?

Este tipo de doble imposición ocurre cuando una empresa extranjera posee acciones de una sociedad española y recibe dividendos que ya han tributado en España, pero que también pueden tributar en su país de origen.

En estos casos, España aplica una retención en origen del 19 %, salvo que se reduzca por convenios internacionales o normativa europea.

¿Cómo se puede evitar?

Existen dos mecanismos:

  • Convenios de Doble Imposición (CDI): acuerdos entre países para reducir la retención sobre los dividendos al 0 % - 15 %, según la participación y el país de residencia.

  • Directiva Matriz-Filial de la UE: si la empresa extranjera es de la Unión Europea y posee al menos un 5 % de la sociedad española durante un año, puede beneficiarse de una retención del 0 %.

Eso sí, es imprescindible presentar el certificado de residencia fiscal y el modelo 21 ante Hacienda para poder aplicar estas reducciones.

Y una vez recibidos, los dividendos pueden tributar en el país de destino, aunque normalmente se permite deducir lo pagado en España.

Ejemplo práctico: SL vs. particular

Veamos un caso sencillo. Una empresa reparte 10.000 euros en dividendos.

¿Qué ocurre según quién los reciba?

Receptor del dividendoImpuesto total aproximadoComentario
SL con exención del 95 %1,25 % (125 euros)Muy eficiente fiscalmente
Particular (hasta 6.000 euros)19 % (1.900 euros)Mucho más gravoso
Sociedad UE con participación ≥ 5 %0 % en España, tributa solo en su paísPuede evitar doble imposición

Ya ves que la doble imposición es una realidad en la fiscalidad de dividendos, pero existen formas de mitigarla, especialmente para sociedades.

Las empresas pueden beneficiarse de exenciones que les permiten reducir al mínimo la carga fiscal, mientras que los particulares soportan una tributación más elevada.

Si estás pensando en repartir beneficios de tu empresa o recibir dividendos desde el extranjero es fundamental contar con un buen asesoramiento, porque optimizar la forma en que se distribuyen los dividendos puede marcar una gran diferencia en tu factura fiscal


jueves, 3 de julio de 2025

¿Quiénes están obligados a retener el IRPF en sus facturas?

 El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) suele incluirse en las facturas que muchos autónomos emiten.

Posiblemente, en tu caso esto ocurra así, si eres un trabajador por cuenta propia.

Pero ¿sabías que hay autónomos que no están obligados a retener el IRPF? Vamos a verlo.

¿Qué es la retención del IRPF en las facturas?

La retención del IRPF es un impuesto que está tanto en la nómina de un trabajador por cuenta ajena como en las facturas que emite un trabajador por cuenta propia.

El porcentaje puede variar.

Si un autónomo es un profesional, la retención en sus facturas será del 15 %, aunque puede aplicar una reducción del 7 % durante los 3 primeros años de actividad.

Eso sí, es algo opcional, por lo que es posible utilizar el 15 % desde los inicios.

Ahora bien, ¿por qué se aplica esta retención en las facturas y nóminas?

Porque es un adelanto que se hace del IRPF a Hacienda y que se regulará en el momento de hacer la Declaración de la Renta.

Pero, ¿cuándo es obligatoria esta retención?

¿Cuándo hay que retener IRPF en una factura?

Si eres un profesional autónomo que te has dado de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) en alguno de los epígrafes vinculados con una actividad profesional o artística, debes saber que estás obligado a retener el IRPF.

Asimismo, en el caso de que el destinatario de tu factura sea otro profesional por cuenta propia o una empresa, también debes aplicar el IRPF que corresponda.

Recuerda que esto es obligatorio.

¿Cuál es el porcentaje de IRPF que se debe aplicar?

Como ya mencionamos, durante tus primeros 3 años de actividad puedes optar por aplicar, si estás obligado, el 7 % del IRPF en tus facturas.

Sin embargo, una vez que este tiempo pase, tendrás que modificar el porcentaje a un 15 %.

Hay actividades concretas que deben aplicar un IRPF específico y diferente al habitual.

Un ejemplo son las actividades ganaderas, cuyo IRPF es del 1 %, o las actividades agrícolas donde este impuesto no supera el 2 %.

Facturas a particulares, ¿incluyen el IRPF?

La respuesta es que no.

Aquellas facturas en las que le estés prestando un servicio a un particular (por ejemplo, si eres carpintero de aluminio y le haces un portal a una persona que no es un profesional ni empresa) no tienen que incluir el IRPF.

¿Qué pasa si no se retiene el IRPF cuando corresponde?

Si estás obligado a retener el IRPF en tus facturas y no lo has hecho, debes saber que te puedes enfrentar a serias sanciones.

La Agencia Tributaria (AEAT) puede aplicar recargos de un porcentaje bastante alto, por lo tanto, es mejor hacerlo todo bien desde el principio.

Además, recuerda que se pueden aplicar intereses de demora, por lo que la cuota que deberás pagar irá creciendo.

¿Es posible darse cuenta del error y subsanarlo antes de que la AEAT se dé cuenta?

Por supuesto que sí. Para ello, debes emitir una factura rectificativa.

No te olvides del modelo 130

Además de aplicar la retención correspondiente cuando estés obligado en tus facturas, no te debes olvidar del modelo 130 que tienes que presentar trimestralmente.

Si estás en el régimen de estimación directa normal y simplificada, debes enviarlo en enero, abril, julio y octubre para informar sobre los ingresos y gastos que has tenido, y el IRPF que debes abonar.

Tener claro si debes o no retener el IRPF en tus facturas es fundamental.

Por tanto, si todavía te queda alguna duda al respecto, recuerda que te podemos ayudar a resolverla. Así, evitarás cometer errores que conlleven alguna sanción.

viernes, 16 de mayo de 2025

Rendimiento neto del autónomo: cómo calcularlo para tu Declaración de la Renta

 El rendimiento neto del autónomo es un elemento básico en el ámbito fiscal, que todos los autónomos deben  tener claro para una correcta gestión de sus obligaciones tributarias.

Comprender qué implica el rendimiento neto y cómo se calcula es esencial, no solo para cumplir con tus autoliquidaciones trimestrales del IRPF, sino también para una Declaración de la Renta más precisa.

¿Qué es el rendimiento neto de un autónomo?

El rendimiento neto de un autónomo se refiere a la ganancia neta que se obtiene tras deducir los gastos relacionados con la actividad profesional de los ingresos brutos generados.

Es la utilidad final que queda después de restar los costos asociados con la realización de la actividad económica, y constituye la base imponible sobre la cual se aplican los impuestos correspondientes.

¿Cómo se calcula el rendimiento neto?

Este implica restar todos los gastos deducibles de los ingresos brutos obtenidos durante un período determinado.

Los ingresos brutos abarcan todas las ganancias derivadas de la actividad empresarial, mientras que los gastos deducibles incluyen los costos necesarios y justificados para llevar a cabo dicha actividad.

Por esta razón, también es importante entender qué se considera gasto deducible cuando tienes una actividad propia.

Generalmente, estos gastos pueden abarcar una amplia gama de aspectos, como suministros, alquiler de locales, servicios profesionales, materiales, entre otros.

Ingresos en el cálculo del rendimiento neto

Al entender el concepto de rendimiento neto, hay que considerar los ingresos que lo componen.

Estos ingresos, según la normativa tributaria, abarcan todas las ganancias directamente derivadas de la actividad ejercida por el autónomo.

Esto implica diversas fuentes, tales como:

  • Ingresos de explotación: ganancias provenientes de la venta de productos o la prestación de servicios relacionados con la actividad desarrollada.

  • Ayudas y subvenciones: tanto públicas como privadas, que el autónomo recibe como apoyo financiero para su negocio.

  • Autoconsumo de bienes o servicios: incluye el consumo propio de los productos o servicios del negocio, así como cualquier provisión gratuita a familiares u otros.

  • Ingresos financieros: los intereses generados por cuentas bancarias asociadas a la actividad comercial.

  • Transmisión de elementos patrimoniales: ingresos obtenidos por la venta de activos vinculados a la actividad, como el local donde se desarrolla la actividad.

  • IVA devengado: es el impuesto que cobras como autónomo a tus clientes, ya sea por tus servicios o por las operaciones de venta de tu producto. Este impuesto que has cobrado debe reflejarse en tus facturas emitidas.

  • Indemnizaciones del seguro y otros ingresos ligados a la actividad: incluye cualquier compensación recibida como resultado de seguros contratados para la protección del negocio u otros ingresos directamente relacionados con la actividad.

Gastos que se consideran deducibles

Cuando se trata de determinar el rendimiento neto del autónomo, es esencial comprender qué gastos pueden restarse de los ingresos brutos para obtener una imagen precisa de la rentabilidad real de la actividad empresarial.

Estos debe cumplir con ciertos requisitos:

  1. Afectación a la actividad: el gasto debe ser absolutamente necesario para llevar a cabo la actividad empresarial. Esto incluye costos como el alquiler de un local o la adquisición de equipos informáticos.

  2. Justificación documental: preferiblemente, el gasto debe estar respaldado por una factura o documentación equivalente que detalle su naturaleza y valor.

  3. Registro contable: el gasto debe ser registrado adecuadamente en los libros contables de la empresa para poder ser deducido correctamente.

Existen varios gastos comunes que suelen cumplir con estos requisitos y que son deducibles para el autónomo, entre los cuales se encuentran:

  • Cuota de autónomo.

  • Las cotizaciones a la Seguridad Social en caso de tener empleados.

  • Alquiler de la oficina o del local.

  • Suministros de telefonía, Internet, luz, agua, gas, etc.

  • Intereses de préstamos.

  • Compra de mercancía para el inventario.

  • Honorarios profesionales de gestores, abogados o notarios.

  • Software de gestión empresarial.

  • Seguros que se relacionen con la actividad.

Además de estos gastos específicos, se permite una deducción adicional por gastos genéricos, que no requiere justificación detallada y que se estima en un porcentaje fijo del total de los ingresos, siendo del 5 % tanto para autónomos en estimación directa como para aquellos que se encuentran en módulos.

Ejemplo del cálculo del rendimiento neto de un autónomo

Imaginemos a María, una autónoma que se dedica a la consultoría de marketing.

Durante el año fiscal, María ha facturado un total de 50.000 euros por los servicios prestados a sus clientes.

Sin embargo, para poder realizar su trabajo, ha incurrido en diversos gastos deducibles, como el alquiler de su oficina por 12.000 euros, el pago de servicios de telecomunicaciones por 2.000 euros y la compra de material de oficina por 3.000 euros.

Para calcular su rendimiento neto, María deberá restar todos estos gastos deducibles (12.000 euros + 2.000 euros + 3.000 euros = 17.000 euros) de sus ingresos brutos (50.000 euros).

50.000 euros - 17.000 euros = 33.000 euros.

Así, su rendimiento neto será de 33.000 euros.

En conclusión, el rendimiento neto del autónomo constituye un elemento esencial en la gestión financiera y fiscal de tu actividad profesional.

Al comprender qué implica y cómo se calcula, podrás tomar decisiones informadas sobre tus finanzas, optimizar tus gastos deducibles y asegurar una correcta declaración de impuestos.

Principales deducciones en la Declaración de la Renta 2024 - 2025

 Resumen 

 Recopilamos las principales deducciones que te vas a poder aplicar en tu Declaración de la Renta 2024 - 2025. Tanto las deducciones estatales para todos los contribuyentes, como las deducciones específicas de la actividad económica de los autónomos.

Como seguramente sabes, el plazo para la presentación de la Declaración de la Renta 2024 (la declaración anual del Impuesto sobre la Renta de la Personas Físicas (IRPF)), finaliza el 30 de junio de 2025.

Si quieres pagar lo menos posible en tu declaración te conviene conocer aquellas deducciones a las que tengas derecho, con las que conseguirás reducir la cantidad a pagar.

Las deducciones en el IRPF son diversas: las hay estatales pero también autonómicas.

Y las hay genéricas para todos los contribuyentes o específicas de los trabajadores autónomos.

En este artículo vamos a ver cuáles son las principales deducciones en la Declaración de la Renta 2024 - 2025:

  1. Qué son las deducciones fiscales
  2. Las principales deducciones en la Declaración de la Renta 2024 - 2025
  3. Las nuevas deducciones en la Declaración de la Renta 2024 - 2025 de los trabajadores autónomos

1. Qué son las deducciones fiscales 

Según la Ley General Tributaria las deducciones fiscales son una disminución parcial o total de la tasa tributaria de un impuesto.

Las deducciones se aplican en distintos impuestos, con un funcionamiento específico para cada uno, por ejemplo no son iguales en el IVA que en el Impuesto sobre Sociedades o que en el IRPF, que son de las que nos ocupamos en en este artículo. 

La Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es el marco normativo que regula las deducciones en la Declaración de la Renta de carácter estatal.

Luego están las deducciones autonómicas, que cuentan con su propia regulación.

2. Las principales deducciones en la Declaración de la Renta 2024 - 2025

El número de deducciones en la Declaración de la Renta a las que pueden acogerse todos los contribuyentes, no solo autónomos, no es desdeñable.

En estas líneas abordamos las principales deducciones que se pueden aplicar en la Renta 2024 - 2025 para poder optimizar el resultado de tu declaración: 

  1. Deducción por inversión en vivienda habitual (Régimen transitorio): si adquiriste tu vivienda habitual antes del 1 de enero de 2013 y aplicaste esta deducción en ejercicios anteriores, puedes seguir beneficiándote de ella. Permite deducir hasta el 15 % de las cantidades invertidas, con un límite de 9.040 euros anuales.

  2. Deducción por alquiler de vivienda habitual (Régimen transitorio): para contratos de alquiler firmados antes del 1 de enero de 2015, es posible deducir el 10,05 % de las cantidades pagadas, siempre que la base imponible sea inferior a 24.107,20 euros anuales.

  3. Deducción por donativos: las donaciones a entidades sin ánimo de lucro permiten deducir el 80 % de los primeros 150 euros donados. Para cantidades superiores, la deducción es del 35 %, que puede aumentar al 40 % si se ha donado a la misma entidad en los dos años anteriores por un importe igual o superior.

  4. Deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación: si has invertido en empresas de nueva o reciente creación, puedes deducir el 30 % de las cantidades invertidas, con una base máxima de 60.000 euros anuales. Es necesario cumplir ciertos requisitos, como mantener la inversión durante un mínimo de tres años.

  5. Deducción por obras de mejora de eficiencia energética: las inversiones en obras que mejoren la eficiencia energética de la vivienda pueden beneficiarse de deducciones del 20 %, 40 % o 60 %, según el tipo de mejora realizada y el ahorro energético conseguido. Estas deducciones tienen límites de base máxima y requieren la obtención de certificados de eficiencia energética antes y después de las obras.

  6. Deducción por adquisición de vehículos eléctricos y puntos de recarga: es posible deducir el 15 % del valor de adquisición de vehículos eléctricos "enchufables" y de pila de combustible, con una base máxima de 20.000 euros. Asimismo, se puede deducir el 15 % de las cantidades invertidas en la instalación de sistemas de recarga, con una base máxima de 4.000 euros. Estas deducciones aplican a adquisiciones e instalaciones realizadas entre el 30 de junio de 2023 y el 31 de diciembre de 2024.

  7. Deducción por rentas obtenidas en Ceuta o Melilla: los contribuyentes con residencia habitual y efectiva en Ceuta o Melilla durante el ejercicio 2024 pueden aplicar una deducción del 60 % sobre la parte de la cuota íntegra que proporcionalmente corresponda a las rentas obtenidas en dichas ciudades.

  8. Deducción por maternidad: las madres trabajadoras con hijos menores de tres años pueden deducir hasta 1.200 euros anuales por cada hijo. Esta deducción puede incrementarse en 1.000 euros adicionales si se han satisfecho gastos de custodia en guarderías o centros de educación infantil autorizados.

  9. Deducción por familia numerosa o personas con discapacidad a cargo: los contribuyentes que formen parte de una familia numerosa o que tengan ascendientes o descendientes con discapacidad a su cargo pueden deducir hasta 1.200 euros anuales. En el caso de familias numerosas de categoría especial, la deducción puede alcanzar los 2.400 euros.

Es importante recordar que, además de estas deducciones estatales, cada comunidad autónoma puede establecer sus propias deducciones en el tramo autonómico del IRPF.

Por ello, es recomendable consultar las específicas de tu comunidad para maximizar el ahorro fiscal en tu Declaración de la Renta 2024-2025.

3. Las nuevas deducciones en la Declaración de la Renta 2024 - 2025 de los trabajadores autónomos

Si las anteriores deducciones se aplican al conjunto de contribuyentes que presenten su Declaración de la Renta, las que a continuación detallamos son las nuevas deducciones que se aplican de forma exclusiva a los trabajadores autónomos en la Declaración de la Renta 2024 – 2025.

Los consumos relacionados con tu actividad, como la compra de materiales o combustible, son deducibles.

También puedes desgravar los sueldos y cotizaciones a la Seguridad Social si tienes empleados.

Las indemnizaciones por despido o las aportaciones a planes de pensiones (tuyas o de tu equipo) también cuentan.

¿Usas un espacio alquilado como oficina o coworking? El alquiler y los cánones asociados se pueden deducir, igual que los gastos en reparaciones y mantenimiento de equipos o instalaciones (ojo: no las mejoras o ampliaciones).

Los suministros como luz, agua, Internet o teléfono también son deducibles si están vinculados a tu actividad profesional.

Lo mismo ocurre con los honorarios de abogados, asesores o auditores, los seguros (como el de responsabilidad civil) y otros servicios externos como publicidad o transporte.

Tampoco te olvides de incluir impuestos relacionados con tu actividad, como el IBI o el IAE, y los gastos financieros, como intereses de créditos o comisiones bancarias. Y, como autónomo, también puedes deducir tus propias cotizaciones a la Seguridad Social, además de ciertos gastos de manutención y uso del vehículo profesional.


El pago único o la capitalización del desempleo

 Resumen 

 Capitalizar el paro mediante el pago único o capitalización del desempleo es una buena opción que puedes solicitar si estás desempleado e interesado en iniciar tu propio negocio. Te permitirá cobrar en un sólo pago todo o parte del importe pendiente de la prestación por desempleo (de nivel contributivo). Para ayudarte a entenderlo, te vamos a explicar qué es y cómo puedes beneficiarte de este sistema.

Si estás interesado en capitalizar el paro, aquí tienes una completa guía con todo lo que tienes que saber sobre su pago único:

  1. ¿Qué es capitalizar el paro?
  2. ¿Quién puede solicitar la capitalización del paro?
  3. Situaciones a las que puedes destinar la capitalización del paro
  4. Dónde y cómo solicito el pago único
  5. ¿En qué se puede usar el importe?
  6. Las obligaciones del beneficiario del pago único

1. ¿Qué es capitalizar el paro?

La capitalización del paro, también conocida como pago único, consiste en recibir anticipadamente el importe que te queda por cobrar del paro, siempre que sea una prestación contributiva.

Este dinero se destina a fomentar el autoempleo o la incorporación a proyectos cooperativos o sociedades laborales.

Es decir, es una ayuda del Estado para que las personas desempleadas puedan emprender una actividad profesional.

Su finalidad principal es promover el empleo autónomo y reducir la dependencia de las ayudas sociales, facilitando la creación de nuevas iniciativas laborales.

2. ¿Quién puede solicitar la capitalización del paro?

Pueden acceder a esta modalidad las personas que estén percibiendo una prestación contributiva por desempleo, siempre que reúnan los siguientes requisitos:

  • No estar dadas de alta en la Seguridad Social en el momento de la solicitud.

  • No haber solicitado la capitalización en los últimos cuatro años.

  • Contar con al menos tres mensualidades pendientes de prestación.

  • No haber iniciado aún la actividad económica para la que se solicita el pago único.

  • No encontrarse inmerso en un proceso judicial o administrativo con la empresa anterior por causa del despido.

Con estos requisitos se pretende asegurar que el dinero se use correctamente en proyectos aún no iniciados y con viabilidad de autoempleo.

Requisitos para capitalizar el paro en 2025

En 2025 se mantienen los requisitos generales que acabamos de mencionar, pero hay algunos aspectos adicionales que te queremos contar:

  • Si has impugnado tu despido, no podrás solicitar la capitalización hasta que se resuelva el proceso.

  • No podrán acceder quienes en los dos años anteriores hayan compatibilizado su prestación con un trabajo como autónomo.

  • Si te incorporas a una cooperativa con periodo de prueba, el pago se hará efectivo solo después de superarlo con éxito.

3. Situaciones a las que puedes destinar la capitalización del paro

El pago único puede destinarse a varias finalidades, siempre relacionadas con el autoempleo.

Las principales son:

  • Autónomos/as: para quienes desean emprender como trabajadores por cuenta propia.

  • Socios/as de cooperativas: permite incorporarse a una ya existente o participar en la creación de una nueva.

  • Sociedades laborales: también es válido para integrarse en sociedades ya constituidas o nuevas sociedades mercantiles, siempre que se tenga control y participación activa.

4. Dónde y cómo solicito el pago único

En todos los casos se excluye a los trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE) y a quienes establezcan relaciones contractuales con empresas vinculadas a su anterior empleador.

Hay varias formas de presentar la solicitud para capitalizar el paro:

  • A través de la sede electrónica del SEPE.

  • Presencialmente, en tu oficina de prestaciones más cercana.

  • En cualquier registro público.

  • Por correo administrativo.

Y para tramitar la solicitud necesitarás presentar:

  • Documento de identidad.

  • Formulario oficial de solicitud de pago único.

  • Una memoria explicativa del proyecto (negocio o actividad que vas a realizar).

  • Documentación adicional según el tipo de actividad (como estatutos de una cooperativa o escrituras sociales).

¡Recuerda! Es importante preparar bien toda la documentación necesaria y controlar todas las gestiones a realizar, por lo que te recomendamos acudir a ayuda profesional.

¿Cómo se calcula?

El cálculo de la capitalización depende de lo que aún te quede por cobrar del paro.

La base para calcular tu prestación se obtiene a partir de la media de la base de cotización de los últimos 180 días trabajados.

Durante los primeros 180 días de paro, se cobra el 70 % de esta base reguladora; a partir de ahí, se reduce al 50 %.

Y no olvides que para acceder al pago único necesitas tener, como mínimo, tres meses de prestación pendiente.

5. ¿En qué se puede usar el importe?

Cuando se rellena la solicitud, debes escoger una de estas tres opciones para usar el importe:

  1. Pago único del 100 %: para realizar una inversión directa en el negocio o como capital social en una sociedad o cooperativa.

  2. Subvención mensual de las cuotas a la Seguridad Social: ideal si prefieres mantener parte del paro y destinarlo al pago de tus cotizaciones.

  3. Combinación de ambas modalidades: se permite una parte para inversión inicial y otra para subvencionar las cuotas mensuales.

¡Importante! La opción elegida no se puede modificar posteriormente, por lo que conviene reflexionar bien sobre cuál se adapta mejor a tu proyecto y necesidades.

¿Cuánto se tarda en recibir?

El proceso de resolución, una vez presentada la solicitud con todos los documentos, puede durar hasta 15 días hábiles.

Si el SEPE aprueba la solicitud, el abono se realiza el día 10 del mes siguiente a la notificación favorable.

Por ello, es recomendable presentar la solicitud con antelación suficiente y asegurar que todos los papeles están en regla para evitar retrasos.

6. Las obligaciones del beneficiario del pago único

Una vez recibida la capitalización del paro, el beneficiario debe cumplir una serie de obligaciones:

  • Iniciar la actividad e invertir el dinero en un plazo de 1 mes desde la recepción del pago.

  • Presentar ante el SEPE la documentación que justifique el inicio de la actividad.

  • En el caso de sociedades o cooperativas ya existentes, se deberá entregar toda la documentación que acredite la incorporación como socio/a.

  • Los autónomos deberán mostrar su alta en la Seguridad Social y justificar la inversión.

¡Atención! El incumplimiento de estas obligaciones puede conllevar la devolución de la ayuda recibida.

Como has podido comprobar, la capitalización del desempleo es una excelente oportunidad para transformar una situación de paro en un nuevo comienzo profesional.